FORMOSA
El Vía Crucis Formoseño celebró 28 años de peregrinar a lo largo de la Ruta Nacional 81 hasta territorio salteño

Durante seis días, los peregrinos y cicloperegrinos vivieron la experiencia espiritual de transitar con fe la Ruta 81 hasta la provincia de Salta en el marco de edición 28º del “Vía Crucis Formoseño”, actividad iniciada por el obispo emérito de Formosa, monseñor Raúl Marcelo Scozzina.
Patricia Villalba, referente de los peregrinos del Vía Crucis Formoseño, agradeció la presencia de las fuerzas de seguridad nacional y provincial que custodiaron el andar de la multitud que participó del vía crucis durante estos seis días.
La actividad inició el pasado 4 de abril en la Plaza San Martín en horas de la tarde hasta la Cruz que emerge en el Centro Juan Pablo IIº en la ciudad de Formosa, la primera estación. La peregrinación recorrió las 14 estaciones del Vía Crucis tradicional.
En un comienzo, el Vía Crucis más largo del mundo se realizaba a lo largo de dos días y únicamente en vehículos particulares. Años después, se sumaron los cicloperegrinos que pusieron más emotividad a la travesía.
De esta manera, las comunidades ubicadas a la vera de la Ruta 81 reciben cada año a la feligresía con comida y un lugar para pernoctar.
“Conmueve y sorprende la actitud del pueblo que aumenta su fe y recibe a todos con los brazos abiertos y un corazón dispuesto”, comentó Patricia Villalba.

Patricia Villalba
Recordó que hace 18 años se sumaron a la experiencia los cicloperegrinos que concitó la atención de muchos seguidores y este año con notable participación.
“Una edición maravillosa como todas. Especial por ser año del jubileo transitando la vida sinodal con los hermanos de las distintas comunidades de la Ruta 81, de la 86 y éste año de las provinciales 9 y 3”, explicó.
Participaron 85 peregrinos en 20 vehículos particulares y otros tantos en un colectivo que fueron sumándose a lo largo de la ruta.
De esta manera, Patricia puntualizó que desde hace tres años se extendió el recorrido hasta una comunidad llamada Capitán Juan Pagé, ubicada en el Departamento Rivadavia, provincia de Salta, donde se celebra la eucaristía y cierra de la extensa peregrinación.
“Emociona ver como los descendientes de esas familias, que antes aguardaban la llegada de monseñor Pacífico Scozzina, hoy nos esperan a nosotros. Resulta alentador y es una motivación personal y espiritual muy fuerte”, comentó emocionada.
Por su parte el padre Gustavo Jacquemín, sacerdote de la Parroquia San Roque de Estanislao del Campo, asesor del Vía Crucis, indicó que éste año fue bendecido y excepcional superando todas las expectativas, recordando que el año anterior las altas temperaturas casi hicieron suspenderla.
“Tenemos una muy buena organización que trabaja todo el año para que salga lo mejor posible y agradezco a quienes vivieron la experiencia”, expresó finalmente.

Padre Gustavo


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