Qué cambió para que Los Pumas puedan competir de igual a igual con los gigantes del hemisferio sur

Durante el proceso encabezado por Felipe Contepomi hubo sin dudas un verdadero cambio de estatus, confianza plena, animarse a ir por más y estar cada vez más comprometidos con generar el juego de equipo
Así, en el Mundial 2023 se sufrió mucho por lograr la clasificación en la fase de grupos y salvo en el segundo tiempo ante Gales, en los cuartos de final, el equipo fue un sube y baja permanente. El inicio del ciclo de Contepomi, en Mendoza, no cambió demasiado. Con una labor muy floja frente a Les Blues en el debut, que se quedaron con el estreno del nuevo proceso sin hacer mucho más que su rival.
Y luego se venía el gran desafío. Llegaba el Rugby Championship y todavía sin el equilibro deseado nadie esperaba este presente del seleccionado nacional.
El debut, además, no era para nada sencillo. Había que visitar dos veces a los All Blacks y esos cotejos no presagiaban lo mejor, después de la clara y recordada derrota ante los hombres de negro en las semifinales del último Mundial.Sin embargo, en Wellington, Los Pumas dieron la nota, ganaron 38 a 30 y lograron además un récord, anotándoles por primera vez 38 tantos en su casa a los tres veces campeones mundiales; y como si eso fuera poco apoyándoles cuatro tries para sorprender al mundo ovalado.Y llegó la revancha, y una vez más el desafió de poder demostrar que el trabajo iba a dar sus frutos. Quedó en claro que ese test no pudo ser mejor. En el Cementerio de los Elefantes, la emblemática cancha de Colón de Santa Fe, dónde la historia bajó a varios grandes del fútbol argentino, inclusive al Santos de Pelé, allí Los Pumas consumaron una de sus mejores producciones de la historia, al vencer a los Wallabies por 40 puntos de diferencia. El 67 a 27, fue la peor derrota de la historia para los australianos.
La cuestión mental, la confianza y la tranquilidad que llegó desde el staff fueron claves. La seguridad de saber que el camino era el correcto y también las variantes ofensivas. Felipe Contepomi convocó a su grupo de entrenadores al neozelandés Kendryck Lynn para sumarse junto a Juan Martín Fernández Lobbe y Andrés Bordoy. Kenny, con una visión diferente, le dio frescura y verticalidad a los ataques argentinos. Los Pumas empezaron a lastimar y mucho a sus rivales en cada ataque a fondo. Así, con 20 tries ya superaron su mejor marca en el torneo, que fue de 18 conquistas, en la temporada 2018.
Pero no sólo eso se refleja en los números. También nos muestran que los 20 tries apoyados en este certamen lo colocan como el segundo equipo más efectivo del torneo.Más allá del resultado, el hecho de llegar a estas instancias ya es un éxito para el rugby argentino. Contepomi y su staff, junto al convencimiento y el trabajo de sus jugadores, consiguieron sin duda un cambio. Lograron empezar a cambiar eso que tanto se le reclamaba a Los Pumas de las derrotas dignas y las hazañas esporádicas. Ya no se repetirá el latiguillo “triunfo histórico”, el seleccionado argentino parece haber conseguido una nueva identidad, tiene un nuevo status. Con muchísimas cosas por mejorar aún, Los Pumas se ganaron el respeto del mundo ovalado. Y lo hicieron de la mejor manera, jugando muy bien al rugby.
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